jueves, 3 de septiembre de 2009

SIEMPRER SERA UN MILAGRO



Llega el momento de que el bebe nazca, la casa es un barullo, la abuela mantiene la calma y despide a los padres que van al hospital.
Las hermanitas van a la escuela, sabiendo que de premio, al salir, irán a conocer a su nuevo hermano.
Narices pegadas a la ventana de la sala de recién nacidos, "que chiquitito" "mira que boquita" "es su nietecito?" el padre esta absorto viendo el milagro que vino después de nueve meses.
La figura de la virgen enorme, recibe la oración de Ana Sofía de siete años: Dulce madre, no te alejes, tu vista no apartes de mi, ven conmigo a todas partes y nunca sola me dejes, te encargo a mi Mama y mi Hermanito.
De regreso a la casa, las nenas han madurado y se expresan con puras palabras suaves de Luis su hermano, el primer llanto no ocasiona desesperación, sino asombro, siempre será un milagro el nacimiento de un hijo "amasado y horneado" con amor y recibido con suavidad y bendiciones. Ana Barbará de cinco añitos, pide que se lo pongan en el pequeñísimo regazo.
Las noches sin dormir, apenas vienen, pero el milagro del cariño sigue allí hasta que sea necesario.

1 comentario:

Jimena dijo...

Felicidades Abuela... que lindura son un milagro los bebes, quererlos mucho y observarlos que ahora hasta nos andan enseñado, Bienvenido Luis! Tu Tía Jimena