miércoles, 23 de junio de 2010

Verano con pelotas


Llegamos al solsticio de verano. Es el momento en el que gana la luz, el sol invade la vida en todo el hemisferio norte. Es tiempo de quemar lo que nos sobra del pasado y retomar este tiempo de calores insolentes y colores estimulantes, con energía renovada.


Para los futboleros, que parecen ser muchos en estas fechas, la fiesta está en su máximo apogeo.
En el norte mexicano se vibra con fuerza, y por unas semanas parece que el futbol es el deporte rey. Todos/as los que participan de la fiesta estan como reyes tomando alcohol en horas no permitidas, tomando permisos en el trabajo y olvidando que la temperatura sube a casi 45. No hay tiempo para pensar que los que manejan las leyes, aprovechan el despiste y la euforia general para seguir otorgando sentencias injustas, favorables para los más pudientes, aunque sean culpables; que los precios suben para y por todo; que se acaba el agua y la seguimos despilfarrando; que en Johannesburgo van a seguir siendo pobres, que no cesarán los conflictos y no disminuirán las diferencias, aunque ahora tengan un mega estadio.

Críticas a parte, discúlpame, pero no puedo y creo no debo evitarlo, ayer paseando en el atardecer liláceo, celebrando el solsticio en este rincón del mundo, por un momento le agradecí algo a este Mundial despilfarrante.

Cerca de donde vivo hay una cancha de futbol habitualmente vacía, casi abandonada, que ayer cobró vida. Un numeroso grupo de jóvenes y no tanto, reían, sudaban, como no, y compartian carreras y resoplidos tras un balón de futbol. Sonreí al ver una imagen tan inusual, es poco común encontrar a jóvenes reunidos en la calle, "jugando", que gusto!
No importaba el calor, no importaba desengancharse por una rato del videojuego jugado en red, daba igual no oler tan rico por una tarde.

Me gustó esa escena veraniega y futbolera, porque dicho sea de paso, no tengo nada contra el futbol, ni ningún otro deporte, al contrario, celebro la deportividad, que no la competencia, en muchos aspectos de la vida.

Me gusta el verano, estoy probando algo del sonorense y sí, se pone intenso, desafiante, apabullante sin refrigeración, admiro a los que lo soporten sin ésta. Y me escapo al Mediterráneo, más calmado en grados, bullicioso en turistas, rico en arrozes, tapas y amigos, aunque también afectado por la crisis, y por lo que se, bastante.

Aunque seguirán las tan comentadas y retratadas vacaciones, los cursos de verano, (por cierto voy a tomar uno de literario, luego te cuento), los aeropuertos increiblemente abarrotados, las rebajas a precios indecentes.

Es verano, y con o sin pelotas, hay que disfrutarlo!

Viste el atardecer ayer? El del Poniente de Hermosillo, fue toda una experiencia para la vista.


jueves, 17 de junio de 2010

Esta Tula, también prende candela


Lo que más le gusta es recibir a conocidos y extraños con uno de sus muchos juguetes. Su preferido por un tiempo, fue un zorrito pirata con cara de haber vivido pocos abordajes hasta conocerla y pasearse en su boca, por lugares conocidos y sendas extrañas. Ahora también pasea un gusano multicolor, una cuerda callejera , una copia de ella misma de peluche o un muñeco amarillo con un solo ojo.
Desde hace poco, intenta aunque sea a mordiscos, la lectura de cuentos y novelas de una repisa a su medida, imagino que siguiendo con su afán de conquistar y enamorar a familia y amigos, contando historias leídas o mejor dicho mordidas.

Apareció inesperadamente desde el abandono, en el estacionamiento de una plaza comercial. Como todo lo inesperado causó desconcierto y dudas, pero prendió la candela de nuestros corazones, arrasando con su mirada, su fuerza, su sonrisa agradecida y su nobleza.

La Tula ha llegado para abrirnos puertas, para enseñarnos de paciencias, bondades, nuevas amistades perrunas y humanas.

Esa morena de ojos penetrantes crece sin parar, se parece cada día más a su papá humano, oscuro, noble, profundo, sincero. Aprenden juntos, ella a la sombra de las firmes y amorosas indicaciones de él, que se ha convertido en padre y macho alfa de la manada.

Yo aprendo de los dos en cada oportunidad que se presenta, los acompaño en caminatas en el caliente y rojo atardecer, los quiero como son, con sus instintos y sus aprendizajes, que a veces provocan enojo, con el desorden que ponen en mi vida, con todo el cariño que piden, con todo ese afecto que dan.

Gracias Tula, por estar ahí, por dejar que te veamos crecer, por enseñarnos cada día a ser más nobles, más leales, más sinceros.



jueves, 10 de junio de 2010

Cuentos y poemas en el escenario



En poco más de dos meses, en el aula de literatura de la Casa de la Cultura de Hermosillo, los juegos de palabras, las risas, las figuras y otras invenciones literarias, han crecido y transitado con y por cada uno de los asiduos asistentes. Nos hemos divertido, hemos aprendido, reconociéndonos, aceptándonos y superándonos, con confianza y respeto.


Nos retamos a subir al escenario los versos encontrados y algunos cuentos chiflados, fruto de algunas horas de trabajo, y no ha sido tarea fácil. Pero el pasado jueves, vencimos penas y prejuicios y con nuestras mejores sonrisas e intenciones, le dimos voz a la tinta impresa, a la palabra escrita.



Se escucharon diversas modulaciones en versos inspirados e historias de parques solitarios, figuras en los espejos que reflejan estatuas de plata, sin dejar de contar a los cocodrilos en el supermercado que también se presentaron, para divertir y porque no, enorgullecer a padres pacientes y convencidos que la literatura, la expresión oral y la cultura, son necesarias para crecer como personas.


Les doy mil gracias a los alumnos, por hacer que valga la pena, que todo cobre sentido. A los padres cómplices, aplicados en el cariño y la educación de sus hijos. Y a los responsables de tan buena Casa, la de la Cultura, donde se cree y se trabaja para construir más locuras, escénicas, musicales, literarias y plásticas.

martes, 8 de junio de 2010

FELICIDADES, PER MOLTS ANYS!


El pasado domingo 6 de junio, cumplió años mi hermana. Estrenando década, con todo lo que ello comporta. Hay que acabar con mitos y supersticiones, desechar achaques e inventar ilusiones.

Los cumple feliz, rodeada de los que quiere y de los que la cuidan, enojan, conocen, comparten.

La distancia no es siempre buena amiga, pero en estos más de doce mil anchos quilómetros de mar y tierra que nos separan, nadamos contracorrientes para reencontrarnos, redescubrirnos, extrañarnos, comprendernos.


Porque la sangre no es la que crea lazos, los nudos se van enredando con complicidades, guiños, desacuerdos, reconciliaciones y si, con ese roce que hace el cariño muy amenudo.

Somos distintas, como todos, iniguales, únicas, de pensamientos encontrados y sentimientos dispares.

Nos separan gustos musicales, culinarios, (ai! como es posible que no le guste la cebolla!), cinéfilos, literarios, teatrales, nocturnos. Pero encontramos espacios en tierra de nadie donde crear territorio para dudas y miedos, risas y anécdotas que unen con firmeza.

Estan sus hijos, a los que adoro, a los que adopto casi sin pedir permiso, por los que le agradezco.

Y estan los padres, a los que queremos, perdonamos, comprendemos. A los que con el tiempo hemos situado en el espacio y el lugar que les corresponde. Los que no causan cierta preocupación por la cronología, los años y sus trampas que los van disminuyendo en fuerza, pero aumentando en sabiduría y ternura, tan necesaria.

Podría contar algunas anécdotas de infancia y adolescencia, pero me las guardo, como preciado tesoro, supongo que ella también.

Hermana, te felicito, por los que cumples, por lo caminado, por lo que ha de venir.

A vivirlo intensamente, con valentía, tomándolo de frente, con amor, como siempre.


T'estimo Fina.

martes, 1 de junio de 2010

Picada mortal, El Cigala


Negro, como sus lágrimas, llegó Diego El Cigala al escenario principal de las Fiestas del Pitic de Hermosillo, este pasado sábado 29.

Oro en los dedos y en la voz, austeridad en la presentación, profundidad en la mirada, apareció puntual para asestarnos el aguijón. Se clavó con fuerza su pasión y sabiduría musical. A los desprevenidos los zarandeó hasta inmovilizarlos y llevarlos a sus pies. A los supuestamente dispuestos, nos agarró por el cuello y con el corazón en su mano, vibramos, suspiramos y porqué no, derramamos también alguna lágrima, aunque no fuera negra.


Me hizo recordar, que a veces se me olvida que te olvidé... y eso que a mi no se me olvida ná...; que sufro la inmensa pena de tu extravío, que siento el dolor profundo de tu partida; que tu me quieres dejar y yo no quiero sufrir, contigo me voy mi niño, aunque me cueste morir...


Dos horas de pureza gitana, de tradición flamenca reinventada, bailando al son de viejos boleros que convencieron, a mi por lo menos una vez más, ésta sin Bebo al piano, se extrañó, pero ante tanta austeridad, se agradece que este maestro de maestros, haya sido invitado para cantar en el desierto.


Andavan por ahí?