sábado, 16 de octubre de 2010

ADVERTÍ


Una querida amiga, me envió por correo el poema de Pablo Neruda,
Muere Lentamente,…
hermoso.
Meditarlo me hiso advertir que estaba muriendo lentamente,
lentamente me deje llevar por el rencor de la traición,
lentamente entre al hastió de la rutina,
el amor salió corriendo buscando un reencuentro y se extravió,
obligue al deseo y la llama de la pasión se apagó,
deje que el miedo a lo incierto me aletargara,
me di a las quejas y la lastima por mi,
estaba muriendo en pequeñas cuotas a plazos.
La soñadora, la idealista, la loca desquiciada,
¿donde estaba?