sábado, 26 de septiembre de 2009

Naturaleza que nos domina

Siempre que tiene oportunidad la naturaleza nos da un toque para recordarnos su grandeza, su poder, su implacabilidad. El cielo se cubrió de repente, del gris pasó al negro y empezó a soltar con rabia agua y granizo en este lugar donde esta práctica no es habitual.
Mugris no sabía donde meterse, pasó de la excitación inicial al miedo y con sus saltos inquietantes intentando esquivar el agua que se colaba indiscreta por debajo de la puerta de la sala, demostró que aquí los gatos, insectos, plantas y las personas no estamos preparados para tal ejemplo de fuerza natural.
Mi vecina de patio la tarántula, se ahoggó irremediablemente, encontré su cadaver encogido, inmovil e inmenso. La agarró desprevenida, y su pareja?, la anadrá buscando merodeando mi casa y acusándome de asesinato? Esperemos qque no sea así.
La casa donde ahora habito está construida en lo que fuera el cauce de un río, por unos momentos escuchando el estrépito del agua furiosa y el granizo golpeando el tejado y las ventanas, pensé que nos desprendiamos y saliamos navegando rumbo a..., donde me llevaria ese rio? El mar queda lejos, sería un largo y bello viaje, pero jamás zarpamos, quizás ala próxima.
Me sentí muy chiquita durante la más de medi hora de la tormenta. A veces me olvido de la vulnerabilidad, de la pequeñez de los humanos que nos creemos invencibles, intocables.
Me senté un rato frente a mi casa de renta después del aguacero, sentia el aire frio, lo agradecí, también viendo ya el cielo estrellado pensé en esa fuerza natural, incontrolable y me sentí a gusto.
Los gritos, el llanto furioso de la gran naturleza me limpió, me situó en mi lugar de simple hunmana mortal.
Después subí a mi carro y me dirigí a un refugio donde las tormentas y los estragos naturales no dejan huella, la barra de la cocina de Vero para reunirnos a inventar aunas lecturas con mis amigas literatas. Algunas con la luz de un relámpago, otras sonoras y contundentes como el trueno y nuestra naturaleza femenina reunida me llevó de la tempestad natural a la creativa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Rosa no habia leido bien este post, pobre tarantula y pobre viudo, en fin asi es la naturaleza, nos vemos pronto
smuach
Veronica