domingo, 21 de febrero de 2010

ZR


Salió de su compartimento empujado por el hambre y la ansiedad. Desde que vio el mensaje en su pantalla le obsesiona la idea. Encuentra a su madre en la cocina, es hora de las píldoras azules de moléculas de algas para la cena de los jueves. Su madre ya introdujo la dosis de píldoras en la bolsa esterilizada y puede ver como le sonríe desde su traje impermeable, observa a su madre moverse con dificultad dentro de él, antes de encerrarse nuevamente en su espacio refrigerado.


Regresa frente a su computadora después de ingerir su cena azul para seguir trabajando. De nuevo el mensaje parpadeando en la pantalla con letra grande y a color: ELEGIDO. ROMPE LAS NORMAS. MIÉRCOLES 123, HORA 1 EN LA ZR.

Lee la carta otra vez y todavía hay palabras que no logra entender. Su abuela le contó antes de entregársela que debía esconderla y leerla cuando estuviera preparada. Ahora, con 7300 días de existencia cree que es el momento, no le queda mucho tiempo, su límite está fijado en 7350 días por ser de género femenino , después el aire de su cubículo será contaminado.

La carta fue escrita en la era solar, hace ya 19550 días, su abuela le contó que era una forma de comunicación común de la época entre la gente que se amaba. Ella había escuchado de amor en algunos textos antiguos, que todavía podían encontrarse por precios altos y de forma ilegal en la red, pero no había oído ni leído nada sobre poesía, esa forma extravagante de expresar sentimientos, que le provocaba raras sensaciones de las que su abuela le hablaba. La parte que más le gustaba y por la que se decidió a publicar el anuncio era: Tiembla en la noche húmeda mi vestido de besos locamente cargado de eléctricas gestiones, de modo heroico dividido en sueños y embriagadoras rosas practicándose en mí. Cae la hora de la venganza, y te amo. Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme. Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia! Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!

No conocía la ZR, zona roja, era zona restringida desde el principio, o debería decir desde el fin. Estaba ocupada por los contam, que desafiaban las leyes del bien y el mal, transgrediendo las normas de seguridad. Su computadora estaba perfectamente depurada por lo que sabía que el mensaje procedía de la zona segura y nada subversiva. ¿Quién había lanzado el mensaje? ¿Qué buscaba en la zona roja? ¿Porqué él era el elegido?

Decidió descifrar los interrogantes y después de enviar su último reporte de control de la jornada, él siempre ponía el trabajo por delante, por eso estaba en zona de privilegio, contestó al mensaje: MOTIVO DE LA ELECCIÓN Y ENCUENTRO. Sabía que su respuesta era arriesgada, quizás era una prueba del departamento de seguridad, pero la curiosidad era un rasgo hereditario aún no controlado.

Lo tenía todo planeado, el miércoles 123 era el día de revisión en el que abandonaba su cubículo y accedía a la zona común. Después se quedaría en la vagoneta de transporte y antes del recuento de área, escaparía. Conocía al remitente del mensaje, todos lo conocían. Había sido ascendido a la zona de privilegio por sus capacidades y conocimientos, a pesar de ser de la segunda generación de descendientes de la era solar. En las imágenes transmitidas el día de su traspaso de zona, descubrió ese rasgo nada común en los de su generación, una mueca en la zona labial, que le proporcionaba un aire afable en el semblante, que provocó en ella unas sensaciones muy agradables y del todo desconocidas. Le recordaba el gesto con el que su abuela se despidió de ella, al que los de aquella era llamaban sonrisa, un rasgo desaparecido desde entonces de los rostros de las zonas habitadas.

Leyó la respuesta al mensaje y aunque sabía que su conexión estaba intervenida, la respuesta fue: POR APTITUDES Y APARIENCIA. POSIBLE CONTACTO.

Cuando recibió la respuesta a su mensaje supo que era momento de activar el bloqueo de seguridad en su línea, para él era fácil. Necesitaba comunicarse en privado con el autor del mensaje. Ahora su respuesta podía ser más extensa y directa: Necesito detalles, ¿qué quieres hacer en la ZR? Puedes hablar claro.

Estaba nerviosa, sabía que su respuesta podía asustarlo, pero debía asumir el riesgo, quedaban pocas horas y antes de irse, quería probarlo. Pensó que la mejor forma para darle a conocer sus intenciones, sería adjuntando la poesía de su abuela. Después de una breve presentación y del fragmento poético, añadió: HACE 69 DÍAS QUE IMAGINO, QUE DESEO CONOCER EL SABOR Y LA FORMA DE UN BESO, DE UNA CARÍCIA. ME GUSTARÍA HACER EL EXPERIMENTO CONTIGO. Después de una pausa agregó: No quiero presionarte, pero el 123 es mi último miércoles, ya adivinaste que soy SF sexo femenino, habito en el sector de penalización por antecedentes familiares. Me conoces, soy hija de la superviviente del último embarazo natural. Mi abuela, fundó la resistencia en la ZR, los genes no perdonan eh? Se permitió una broma, para apaciguar sus nervios.

Leyó la carta con excitación. Se aprendió el poema, buscó en el cementerio de archivos y lo concluyó. Investigó sobre el arte de besar, indagó sobre relaciones interpersonales íntimas, se empapó del tema, la decisión estaba tomada, realizaría el experimento. Él sabía que podía superar la media de vida de los demás residentes de su generación, pero ¿qué vida le esperaba?

Después de 7 días, algunos mensajes y fantasías alimentadas a base de sus imágenes enviadas y recibidas extraoficialmente, llegó el momento del encuentro. Eran conscientes que de la ZR era imposible salir. El aire contaminado no permitía respirar más que unas pocas horas. Nadie regresaba de allí. La Zona de Control advertía a todas las comunidades del peligro. Él había escuchado y recibido miles de reportes de desapariciones en esa Zona. Ella conocía la historia, allí se dirigían los contaminados por impulsos no depurados de la era solar. Pero debía hacerlo.

Con las instrucciones de él, el acceso fue más rápido de lo previsto. En la hora acordada se encontraron tras la puerta M. Estaba tranquila y respiraba con normalidad. Cuando la vio, supo que su decisión era acertada, se acercó y le tendió la mano con naturalidad mientras sonreía inconscientemente. Ella le tomo la mano y de inmediato se lanzó en sus brazos. Estaba oscuro, el aire olía a limpio, sus rostros se acercaron y antes que pudieran darse cuenta sus labios hicieron contacto y estuvieron en esa posición con algunas variantes, por un tiempo indefinido.

Fue la voz de un niño la que los interrumpió, no llevaba ningún traje protector, no tenía mal aspecto. Los invitó a acercarse a su casa. Ellos sin soltarse de la mano lo siguieron, enseguida la oscuridad dio paso a una luz tenue que procedía de antorchas que iluminaban el camino. No podían pronunciar palabra, pero rápidamente, como estaban acostumbrados a recibir y digerir la información, se dieron cuenta de la realidad de la ZR. Era una Zona sin cubículos esterilizados, con habitáculos construidos de madera, espaciosos, confortables, rodeados de áreas verdes.

169 días después de su incursión él decidió que era el momento. Debía regresar para contar la verdad. Se despidieron igual que al conocerse, esta vez el beso fue más reposado, pero igual de intenso. Al igual que esa primera vez, eran conscientes que eso iba a cambiar sus vidas. Tuvieron poco tiempo para disfrutar sus cuerpos, para experimentar sensaciones, para saciar deseos, pero dar a conocer la verdad sobre la ZR, era ahora la prioridad. Los habitantes de la zona estaban de acuerdo, también sabían que corrían un riesgo cuando el secreto fuera revelado. Quizás sería el principio de un nuevo fin.

Ella, le puso la mano en su vientre prominente y le dijo con lágrimas mojando su sonrisa que su hijo siempre estaría orgulloso de lo que iba a hacer.

Ejercicio de ciencia ficción.

2 comentarios:

Nico dijo...

Maldición, me invade el sueño. Quería leerme todo el blog pero este cansancio al no dormir te aniquila. Pero pronto las leere, porque ¡vaya!, ¡gran blog!. Un gesto con la pluma lo recalcas con la escritura de estos textos, y en especial si los temas que hablas son realmente importantes. Lo seguiré a menudo.

Aprovecho y te dejo la invitación para que te pases por mi blog.

Saludos!

Anónimo dijo...

Gracias Nico. Espero/amos comentarios.
Un abrazo a Chile.
Rosa