domingo, 28 de junio de 2009





Esperándote lo imaginé todo. Aquello que deseé toda mi vida: Besos de amor, caminatas nocturnas frente a hermosos jardines silenciosos. Lechos perfumados para el goce sin fin. Ternura en mi existencia hasta llegar a creer que así, con esa suavidad, fue creado el mundo.

Esperándote besé tus labios en ese limbo perfecto de la imaginación. Probé la sal de tu piel, te vi dormir, te entregué toda mi capacidad de vivir para que te la apropiaras.
Esperándote me encontré conmigo misma. Me sentí de nuevo en al Paraíso de mi niñez.

Quizás ha sido el regalo que me fue destinado para antes del fin; quizás es solamente esa burbuja de colores donde se refugia el inconsciente cuando se ha cansado de tanto recorrer la oscuridad, a tientas, sufriendo heridas al escalar escarpadas paredes oscuras, donde los demonios habitan y se burlan de nuestros esfuerzos por vivir.

Quizás sólo ha sido una ilusión de mis sentidos, un extravío de mi razón.


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Que es lo que tenía a mano.
Que todo es ficción y no es válido relacionar al autor con el contenido de su literatura.
Que es el tipo de escritos que estoy haciendo porque las neuronas no me dan para más.
Que fallé en la fecha, pero pueden sacudirme cuando quieran.

Se les quiere, "escribanas"

2 comentarios:

Jimena Tapia dijo...

Y si en el inconsciente contiene todos, todos nuestros recorridos, claro que me lo imagino de colores en época de la infancia; en destellos que nos separan de la realidad para llevarnos a las mas dulces fantasías terrenales. weeepaaa!

Karina dijo...

Gracias Margarita está precioso, me hiciste recorrer mis calabozos, se amotinaron viejos fantasmas y quisieron hacer de las suyas. ?Es un anhelo unviersal o ligado con más frecuencia a las mujeres? Me gustaría leer más de esto está nostálgico y seductor.