viernes, 13 de febrero de 2009

Las flores de Margarita




En la madrugada fue como continuar el sueño: Me levanté con la cabeza suspendida, fuera de mi cuerpo, con una incipiente migraña. Mi cuerpo protestaba por el exceso, porque -creí- estas circunstancias ya le son difíciles...

Di la vuelta a la ciudad, regresé, dormí, seguí soñando.
He despertado con un nudo en la garganta, tan potente que me devolvió a la vida. Como si me hubieran sumergido en agua (mansa, azul, paradisíaca), me hubiera ahogado y un ángel me sacara para darme respiración artificial.
He cumplido algunos mandatos de Dios, recuperando terreno en caminos que recorrí a ciegas, cometí errores por ignorancia y se me dieron segundas y terceras oportunidades hasta entender cómo realizar en esta experiencia humana, ese tipo de trabajos.
Pero ayer-noche, hoy finqué ya toda la raíz en la comprensión de esta misión tranquila y tan satisfactoria que ahora cumplo: Abrazar mi condición de mujer sin resentimientos y compartir esa conciliación con la vida con otros seres de mi género. Anoche lo entendí: Para esto (también) me han dejado viva, obligada a seguir y seguir caminando...

Ustedes (todas, los dos grupos) son mis rosas. Cada una atada con un lazo de luz que ha querido comunicar dignidad, éxtasis creativo, amor por el arte -después del arte, sólo Dios-, amor por ser mujeres, amor por otras mujeres, "sororidad" o amor de hermanas.

¡Tonces!
Fuera nudo gordiano (de garganta), lagrimitas secas, alegría que resurge porque no hay tiempo, NI UN SEGUNDO LIBRE YA, suena la campana (Dios me suena la campana y me urge a dejarme de cursilerías y ¡trabajar!)
Así que... felicidades a todas, esto apenas empieza y (Rosa dixit) ¡no dejemos enfriar!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Fue paradisíaco. Aún cuando eran las del otro grupo! Fue como volver a vivir aquella noche, aquél tumulto, aquellos aplausos. No, no eran los aplausos en sí, era la vibra de la gente. Mil felicidades a todas las del taller, a tí, y a la literatura. No enfriarse! No, no se permite después de un paso así. Porque si ya lo diste no hay marcha atrás.

Saludos

Anónimo dijo...

Ahora si, no se que decir, las lagrimas, esas de las que no me piden permiso, se escurren como rios por mis gorditas megillas,la emocion, el sentimiento de pertenencia a un grupo de mujeres que estan tan locas y safadas como yo va mas alla de mi control.

Besos a todas las que se sienten pertecientes al gremio de las locas desquiciadas, como yo

Anónimo dijo...

Vero, gracias por los besos!
Lillian

Rebeca dijo...

Gracias a todas, la hermandad que hemos creado solo (?) dá para más. Gracias por dejarnos acompañarlas estoy segura que todas nos sentimos como las que presentaron, una prolongación de lo que significa ser mujer y escribir.
Felicidades de nuevo.

Jimena dijo...

Me llenas de emoción y de sentido. Y yo aquí experimentando la batida desde mi refugio, la extensión de tus encargos, de tus andares, de nuestro taller en donde se comparte y reparte la vida.
¡Corazones Saltarines!
Feliz Dia

Anónimo dijo...

Bueno Margarita, con todo y nudos gordianos y la costumbre de guardarme lo que siento, necesito decir que estoy feliz y emocionada de formar parte de este ramo. Que si bien ha sido importante tener confianza en mi misma para escribir, tu me has enseñado la libertad de mostrar mis matices y la alegría de creer, crear e ir creciendo en este sueño junto a estas mujeres. Te quiero mucho. Gracias por ver mis colores e inspirarme. Gracias a todas por compartir este camino. Y claro, ahora a trabajar...

Anónimo dijo...

Creo que ya todo esta dicho, sólo me queda: gracias a todas y estoy FELIZ!!!
Con todo mi cariño,

Carmen Irene

Anónimo dijo...

Leyendo a Margarita, viendo las rosas, pensando en todas, me viene a la mente esa canción que dice: "...quién dice que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón, como un documento inalterable, yo vengo a ofrecer mi corazón..."
Nada está perdido, hay mucho camino recorrido y tantos que aplanar, con el corazón, desde dentro.
Le seguimos amigas mías y gracias de nuevo.

Rosa